El durazno también es rico en betacaroteno, un pigmento que intensifica el bronceado, protege la piel y aumenta el nivel de hidratación de la dermis; y aporta una diversa cantidad de ácidos: pantoténico, málico y cítrico, que hacen que el sistema nervioso y el digestivo funcionen bien, se active la energía del cuerpo y se regeneren la piel y las uñas.